Continuando los eventos propuestos en la escena final de Spider-Man: Un nuevo universo (2018, Rodney Rothman, Peter Ramsey y Bob Persichetti), el dúo de productores Phil Lord y Christopher Miller vuelven a traer a la pantalla grande una adaptación animada del emblemático superhéroe arácnido. Esta predecesora ganadora del Óscar (y a la que una vasta cantidad de fanáticos consideran la mejor adaptación del personaje), puso altas las expectativas sobre su secuela Spider-Man: A través del Spider-Verso (2023, Joaquim Dos Santos, Justin K. Thompson y Kemp Powers).
Miles Morales (Shameik Moore), un año después de ser mordido por la clásica araña radioactiva, se encuentra asentado como Spider-Man y tiene problemas para coordinar el ser un superhéroe con su vida personal. Una pelea con el villano La Mancha (Jason Schwartzman) termina desembocando nuevamente en problemas con el Multiverso, por lo que Gwen Stacy (Hailee Steinfeld), Spider-Woman (que ahora forma parte de una sociedad de spider-personas multiversales) acude a su universo para evitar que el problema llegue a mayores. Miles, a escondidas, la persigue y termina entrando en esta dimensión en la que un Spider-Man del futuro interpretado por Oscar Isaac, que controla la sociedad, le explica que no es bienvenido allí.
Se presenta una trama ambiciosa que va más allá de cualquier historia que hayamos visto hasta ahora del personaje fuera de los cómics impresos. El concepto del Multiverso da pie a un juego meta-cinematográfico en el que se presentan elementos comunes entre todas las historias del personaje sin caer en la sátira. La película anterior ya rompía con la historia clásica del personaje, en la que siempre es el mismo Peter Parker quien se convierte en el héroe enmascarado pese a que, supuestamente, “cualquiera puede ponerse tras esa máscara”. En esta nueva entrega se rompe con todos los elementos comunes (la picadura de la araña, la muerte del tío Ben, la muerte de un policía cercano a él) y se nos habla de intentar cambiar ese destino que siempre estuvo presente en las historias del superhéroe.
Aparecen como temas, entonces, la rebeldía y la lucha contra lo establecido, en el sentido de no dejar que fuerzas superiores controlen quienes somos. No es casualidad que uno de los principales Spider-Men que vemos sea el Spider-Punk (Hobie Brown, Daniel Kaluuya), quien activamente habla sobre luchar contra el fascismo y el capitalismo; o que Gwen Stacy se vea en una sub-trama en la que se insinúa que es una chica trans, creando un paralelismo entre salir del armario trans con confesarle a su padre que es Spider-Woman.
Spider-Man: Un nuevo universo llamó la atención en 2018 por (entre otras cosas) llevar muy lejos las posibilidades de la animación como medio, trayendo consigo una revolución que implicó un nuevo estándar en la industria del cine de animación. La familia Mitchell vs. Las máquinas (2021, Michael Rianda), Los tipos malos (2022, Pierre Perifel), Gato con botas: El último deseo (2022, Joel Crawford), Red (2022, Domee Shi), entre otras, son ejemplos de películas que siguieron la estética establecida por el filme del superhéroe. Se combinaba la animación CGI (imágenes 3D generadas por computadora) con elementos en 2D agregados posteriormente, además de variar dinámicamente la cantidad de fotogramas por segundo para generar una u otra sensación; todos recursos que existían antes pero que, tras el furor que causaron en el filme del arácnido, empezaron a ser replicados por las grandes grandes productoras. Si bien todas las películas mencionadas utilizan este estilo ninguna intenta llevarlo más allá, y A través del Spider-Verso se encarga de eso.
En el universo de nuestro protagonista se sigue una estética callejera fiel al estilo de una historieta y que vimos en el filme anterior. Sin embargo, con los otros universos la película se da el gusto de volver a experimentar con el medio, mostrando en cada uno una técnica distinta de animación. En la dimensión de Gwen Stacy vemos un mundo animado en una especie de acuarela que usa una paleta de colores dinámica que varían plano a plano según las emociones de los personajes y los fondos acaban completamente difusos en momentos de tensión, mostrando incluso gotas que logran dar esa sensación de que lo que estamos viendo es una pintura en movimiento. Por su parte Spider-Punk parece salido de un fanzine hecho con recortes de revistas, en otro momento vemos un villano que imita el estilo de Leonardo Da Vinci e incluso hay escenas que mezclan acción real con dibujos animados.
La película, además de ser un espectáculo visual, genera estímulos constantes. En sus dos horas y 20 minutos de duración en ningún momento se puede descansar, puesto que nunca para de presentar escenas intensas, tanto secuencias fuertes a nivel emocional como secuencias de acción frenéticas, gracias a lo cual se vuelve difícil despegar la mirada de la pantalla. El argumento de la película tampoco deja de avanzar en ningún momento, siempre se nos están introduciendo nuevos elementos o desarrollando conceptos mostrados antes; de esta forma al final nos topamos con un “continuará”, dejándonos ver que la película está incompleta.
Por muy increíble que pueda resultar la experiencia de verla, es difícil no sentir que en lugar de ver una película que se vale por sí misma, vimos un capítulo muy largo de un díptico. Terminar con un cliffhanger no es inherentemente malo; Volver al futuro 2 (1989, Robert Zemeckis), por ejemplo, acaba dejando establecida la trama de la futura secuela pero dando un final apropiado a los sucesos de su propia trama, sin embargo en A través del Spider-Verso pocos conceptos llegan a desarrollarse del todo, dejando la mayoría en manos de la confirmada Spider-Man: Más allá del Spider-Verso (planeada para fines de marzo de 2024).
Spider-Man: A través del Spider-Verso es una película que visita desde un punto de vista meta-cinematográfico los elementos explorados hasta el hartazgo en adaptaciones pasadas del personaje y los utiliza -al mismo tiempo que los critica- para dar frescura al sub-género de superhéroes. Además, propone estilos de animación novedosos y ambiciosos que superan con creces la experimentación mostrada en su predecesora, y que ha sido imitada por otras películas del medio. Deja con ganas del final de la trilogía, en la que podrá verse el desenlace de la historia dejada a la mitad.