OBSERVADOS (2024, Ishana Shyamalan)

Que un director considerado una leyenda siga trabajando a día de hoy no es nada raro, tampoco es raro que si tiene algún hijo, este se dedique a su misma profesión y pueda hacer buenas películas por su lado. Ahora, que uno pueda agarrar el cine de su padre y pueda no solo seguir con sus temáticas, sino que entenderlas, es algo que prácticamente ocurre cada Cometa Halley. Por eso resulta frustrante cuando uno se pone a leer textos de una cinta como Observados y que varios aprovechen para pegarle al padre de Ishana Night Shyamalan, M. Night Shyamalan, diciendo que la única forma en la que la directora debutante entiende al cine de su padre es “por la mala calidad que este maneja y que –supuestamente- ella heredó también”. –Supuestamente- porque, al igual que el cine de su mentor, estos elementos dejan de existir cuando uno presta atención.

Una mujer (Mina, Dakota Fanning) tiene que hacer un encargo de mascotas en un bosque de Irlanda, en el cual se nota que algo raro ocurre. Apenas después de entrar en él, ve desaparecer su auto, quedando en la penumbra total y viéndose atada a quedarse con un grupo de personas, en una especie de Cámara Gesell que, por la noche, es todo el tiempo observada por unas criaturas a las que llaman Los Vigilantes, que lo único que hacen es mirar a esas personas interactuar. Todo esto es el punto de partida para que Mina no solo tenga que salir del bosque, sino también entender que son, de donde vienen y que quieren Los Vigilantes.

The Watchers (2024, Ishana Shyamalan)

Si bien podremos hablar de Ishana Shyamalan por cuenta propia, para entender Observados es necesario hablar de la obra de su padre M. Night Shyamalan. Si bien de él y de su cine se podría hablar largo y tendido -cosa que seguramente ocurrirá con el estreno de La Trampa-, en este caso deben mencionarse los siguientes elementos que conforman parte de su obra: los vínculos rotos (mayormente familiares) con necesidad de reconstruirse, el uso del fantástico como una fuerza que empuja a los personajes a actuar y el valor de la mirada. Estos elementos, presentes en toda su obra, aparecen también en Observados, pero Ishana no solo entiende las ideas del cine de su padre, sino que busca un camino propio para ampliar el horizonte de estos temas.

Partiendo de una base similar a una de las obras de su padre La Aldea, Ishana construye un relato de horror folclórico con tintes fantásticos, pero sí M. Night agarraba ciertas ideas para crear una historia acerca de la verdadera fe con un marco de terror Post-9/11, Ishana las reconvierte al terreno de la imitación del mal y el reconocimiento de lo humano. Para esto último también debemos mencionar una idea general: El teórico Ángel Farreta menciona que el personaje de Gavin Elster en Vértigo de Alfred Hitchcock es como el diablo, el cual al no tener el don de dios para crear solo puede manipular a través de la imitación. Esta idea aparece en varias cintas y también lo hace en Observados.

The Watchers (2024, Ishana Shyamalan)

Los Vigilantes acaban siendo hadas que buscan imitar a los humanos para ser como ellos. El tema de la imitación es reflejado de dos formas, una cinematográfica y otra narrativa. La primera siendo el juego de espejos constante, que representa el doble al que se busca mimetizar. Vale resaltar el cómo Ishana, en el primer “encuentro” entre Mina y Los Vigilantes, filma a los personajes de espalda y totalmente ensombrecidos, viéndose sólo sus reflejos, casi como si ellos fueran Los Vigilantes.

La otra es la narrativa que, como dice el personaje de Madeleine (Olwen Fouéré), se trata de humanos perdidos; iniciando por un personaje roto como Mina, que como forma de escapar de sus problemas decide justamente imitar, tanto a otras personas como al hecho traumático que vivió. Tampoco es casualidad que se le encargue de cuidar un loro, ave la cual en su encierro solo se puede dedicar a imitar lo que oye a su alrededor, pero que cuando vuela termina siendo la clave final de la liberación.

Al final Los Vigilantes, corrigiendo lo dicho anteriormente, terminan siendo seres que al ser echados a su suerte en un bosque, intentan todo el tiempo volver a conectar con el ser humano, pero sin poder entenderlo. Cosa que sí hace Madeleine en el final, el cual está justificado al tener una directora que plantea ideas visuales y semillas de guion que luego florecerán con un sentido claro. También vale resaltar el cómo esta misma trata a los otros dos integrantes de aquel grupo (Georgina Campbell y Oliver Finnegan), tanto por darles el mismo tacto que a ellas, como por plantar en ellos ideas distintas del mundo, que van desde el control total restrictivo, la aceptación de lo básico o el entendimiento del pasado, tanto del de nuestro alrededor como el propio (la postura que termina tomando la cinta).

The Watchers (2024, Ishana Shyamalan)

Todo esto se puede encontrar debajo de una cinta que, además de ser rica a través de estas ideas, también lo es en todo lo demás, sobre todo en el asunto del terror. Ishana sabe construir buenas secuencias de terror, tanto a la hora de guionarlas, plantear el horror y sobre todo, filmarlo. Siendo prueba de esto la escena inicial, la secuencia en la que Mina entra en una madriguera, o el cómo la directora filma, encuadra y utiliza la puesta en escena del lugar en el los personajes van a estar en una buena parte de la cinta. Logrando connotar intriga al espectador a través de una inteligencia muy poco denotada.

Hace unos días, con motivo del estreno de esta cinta, salió una entrevista con Ishana Shyamalan, en la que hablaba del arte y decía que, cuando uno se involucra con este, se evita el cinismo o la oscuridad gracias a la viva conexión que existe entre la obra y uno mismo. Al final eso no sólo es lo que termina siendo Observados, sino también toda la obra de su padre, la cual ha comprendido, mucho más que otros que critican más por deporte que por otra cosa. Uno no quiere tirar suposiciones a futuro, pero si el futuro de esta directora llega a ser como esta ópera prima, puede decirse que la casa estará en orden tanto cuando estemos en ella como cuando no.

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