El director, productor y guionista Manolo Nieto (La perrera, El lugar del Hijo) se encuentra filmando su tercer largometraje, El empleado y el Patrón. Una producción de Roken Films con la participación de la uruguaya Nadador Cine (del productor Juan José Lopez y Pedro Barcia), la argentina Pasto Cine, la brasileña Tokyo Filmes y la francesa Paraiso Production Diffusion. El elenco está conformado por los argentinos Nahuél Pérez Biscayart (destacado protagonista de la francesa 120 Pulsasiones por minuto) y Justina Bustos, además de los uruguayos Cristian Borges, Fátima Quintanila y Carlos Lacuesta, y el brasileño Roberto Oliveira.
La película sigue a un empleador, que con el fin de evitar un juicio por la muerte accidental del hijo de su empleado, decide ayudarlo a perseguir su sueño de correr en una carrera de caballos. Nieto explicó a Latam Cinema que “una sórdida alianza crece entre los protagonistas, basada en la culpa de uno y la ambición del otro. La trama va y viene entre estos dos personajes y sus mundos y aborda su relación basada en el empleo. La historia se construye sobre contradicciones que reflejan una sociedad rural polarizada en la que los instigadores de la revolución tecnológica agraria coexisten con la mano de obra rural”.
El rodaje implica filmar eventos reales de gran escala que serían muy costosos de reproducir (la cosecha, la carga de barcos con bolsas de grano o la carrera de caballos), por lo que el plan de rodaje consta de dos etapas: la primera se desarrolló en las pasadas dos semanas y media en los departamentos uruguayos de Rivera y Rocha, y la segunda durará entre dos y cuatro semanas durante mayo y junio, en locaciones a confirmar.
El realizador ya había filmado de esta forma, aunque por otras razones, por lo que conoce las ventajas, desventajas y el potencial de esta modalidad. “Creo que, aunque extienda el tiempo de rodaje y genere más papeleo y preproducción, permite una gestión más controlada de ambas etapas con una estructura más pequeña, ya que de lo contrario la producción sería demasiado grande y compleja para realizarla de una sola vez con los recursos disponibles”, sostiene el director de 47 años.
Habiendo retratado el campo en su largo anterior, Nieto describe aquí una serie de cambios en el trabajo rural: “se dejó de usar el arado y se comenzó a dar glifosato; donde había vacas ahora hay soja, cosechadoras y tractores”.
Entre los cabezas de equipo destaca la colaboración del director de fotografía, Arauco Hernández. La cinta, cuenta con un Premio FONA, apoyo del Fondo de Fomento ICAU, Ibermedia y fue reconocida en con el Prix BrLab Cinéma en développement del Festival de Cine Latino de Touluse y en el Festival de Cine de Mar del Plata con el Premio LoboLAB, asegurando parte de su post-producción.
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