EL SEDUCTOR (2017)

Las Mounstras

El Seductor (2017) Elle Fanning, Nicole Kidman, Kirsten Dunst, Angourie Rice, Oona Laurence, Emma Howard y Addison Riecke.

Parece que a las señoras de 60 años no les gustó nada El Seductor (2017). Parece porque al menos ese es el promedio de edad que veo en los comentarios de Cartelera. Creo entender por qué. The Beguiled de Sofia Coppola (voy a olvidarme por completo de la traducción ridícula que le pusieron acá) no es la película que querían ver. No tiene violines agitándose al viento y declaraciones de amor intenso. No es una novela de Corín Tellado con corsets, ni aparece un protagonista masculino (chongo) nivel Fabio para agitar las telarañas. No es un folletín.

Tampoco es precisamente una película clásica de Sofia Coppola. O al menos el lugar común, la visión injustamente generalizada de lo que debería de ser una película suya, donde aparecen canciones de Phoenix y My Bloody Valentine aunque esté ambientada en la edad media, o cuyo único foco sea sobre la moda y la fama y los colores pastel (aunque obvio, la paleta de colores es apagada y pastel y hermosa). Parece un poco hecha para contradecir esa visión superficial de su cine, como si Coppola estuviese muy atenta a las críticas que se le suelen hacer. Es sí, una película de Coppola seca, mucho más emparentada con Somewhere (2010) que con Las Vírgenes Suicidas (1999), a pesar que el retrato de damiselas aisladas, asfixiadas y reprimidas podría ponerla más cerca de la primera. Con un perfil bajo, Coppola cuenta sólo lo que tiene que contar. No hay nada de materia extra. The Beguiled es parca, ajustada. Como Kelly Reichhardt en la excelente Certain Woman (2016), Coppola no quiere hacer una película fácil para su audiencia. Ni que empaticemos de inmediato con sus personajes. Prefiere en cambio ser rigurosa y distante.

Parte de ese tono elegido tiene que ver con marcar una distancia con la versión original de Don Siegel. Mientras veía la versión nueva, una serie de diálogos y la elección de Colin Farrell como chongo principal me hicieron pensar la siguiente barrabasada: “Ok, Sofia está haciendo su película de puto”. Acá tengo que aclarar algo: con película de puto no quiero decir película con personajes homosexuales. Quiero decir con mujeres monstruas en llamas. Es una definición arbitraria que tengo con mi novio para definir un montón de películas (la mayoría protagonizadas por Meryl Streep, o Cher, o Bette Midler) que tienen una versión inflamada, absurda, en última instancia camp de la femeneidad. Sin embargo, viendo la película filmada en el ’71, es posible que dos tipos tan machos y tan orgullosos de ser machos como son Siegel y Clint Eastwood hayan hecho la verdadera película de putos. The Beguiled (1971) es una cosa ridícula, grand guiñolesca, grotesca. Forma parte de un ciclo de películas iniciado, quizá, por Robert Aldrich en 1962 con ¿Qué pasó con Baby Jane? y que se extendió hasta principios de los ’70. Parte del atractivo de esas películas para los gays es que el chiste no es algo que sus creadores hayan realmente premeditado. Su carácter de diversión involuntaria es justamente lo que la vuelve camp.

El humor negro de The Beguiled (2017) es completamente premeditado, y lo que quiere generar es más bien una mueca antes que una carcajada. Esta puede salir de los comentarios shadeadores (del verbo to shade, explicado de forma exquisita acá) que se hacen las mujeres protagonistas de la película, y fue la que me hizo creer equivocadamente que capaz SC quería hacer su “film de mounstras”. Sin embargo, se distancia de eso en que no intenta en ningún momento que sus personajes sean caricaturas. Más que brujas calenturientas, las damas sureñas asediadas por la guerra son personas en una situación complicada, que intentan hacer el mejor esfuerzo que pueden para sobrellevarla. Lo trágico sucede cuando no tienen las armas ni el conocimiento ni la experiencia para que eso suceda. Lo mismo pasa con el personaje interpretado por Colin Farrell. El hecho que sea mujeriego no lo vuelve detestable de inmediato (aunque sí refuerza la desconfianza en el espectador), y parte de su comportamiento posterior durante la segunda parte de la película, resulta más de una toxicidad masculina (frase de moda en estos días, pero que es útil para describir rápido al personaje) que de una verdadera intención maligna.

Y eso es lo que vuelve aún más interesante a la película de Coppola. Su visión de que en última instancia todos estos personajes están truncos e incompletos, pero eso no implica que tengan ganas de destruir realmente a los demás. El trío de mujeres que se disputa a McBurney no lo hace en un espíritu de competencia declarada ni en una búsqueda de usurpar a la otra. Sus condiciones vitales (el aislamiento, la soledad, la única compañía de otras mujeres) las hace creer que el personaje de Farrell puede llegar a completar algo que, sienten, les falta. Cuando se ven encaminadas a la decepción, no hay una necesidad de venganza, pero sí de tristeza y de rabia. Esa sensación está más que nada representada por el mejor personaje del film, Amy (Oona Laurence), quién es la que encuentra a McBurney en primer lugar, y al cual le asigna un lugar de padre que McBurney aprovecha. En el film original de Siegel este personaje femenino es mucho más secundario y no está bendecido con la inteligencia que Coppola le otorga a Amy, sobre todo el creer en serio en sus intereses y en su capacidad de observación (aunque habría que aclarar que Siegel no le da el don de la inteligencia a ninguno de los personajes, salvo quizás al de Eastwood).

No, esta nueva The Beguiled no es ni el novelón romántico que la señora post-menopáusica ansía, ni la película inflada y ridícula que me gusta ver a veces con mi novio. Tampoco va a renovar la estética publicitaria de los próximos tiempos. Es un film que necesita tiempo y una mirada atenta. Es un film sobre personas reprimidas, que elige no juzgarlas ni volverlas maniqueas. Es una película pequeña, breve, que no utiliza música, que se mantiene tan encerrada en el caserón como sus personajes principales, y crea en todo momento un tono ambiguo y melancólico. Que como público queramos ver una película distinta a la que se nos ha puesto delante no es culpa de nadie más que de nosotros.


Título original: The Beguiled / Año: 2017 / Duración: 91 min. / País: Estados Unidos / Director: Sofia Coppola / Guion: Sofia Coppola (Novela: Thomas Cullinan) / Música: Phoenix / Fotografía: Philippe Le Sourd / Elenco: Colin Farrell,  Nicole Kidman,  Kirsten Dunst,  Elle Fanning,  Oona Laurence, Angourie Rice,  Addison Riecke,  Wayne Pére,  Emma Howard,  Matt Story, Rod J. Pierce

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