De esta entrevista breve a Eduardo Coutinho (1933-2014) sacó Catalina el comentario suyo que publicamos en el Nº4. Un registro breve, protocolar, castellano, pero donde el hombre despliega toda su artillería (est)ética sobre el reportage. Algunas perlitas:
“No me interesa la situación de crisis. Me interesa un día banal de gente normal: ahí va a ocurrir una cosa que habla de sus vidas. No me interesa el momento crítico.”
En el momento exacto del rodaje, ese momento que dura 15-40 minutos, hay un milagro o no hay un milagro; hay una co-producción de diálogo o no hay una co-producción de diálogo. Si no tengo eso, no tengo película”
“Nunca habrá eso [un primerísimo primer plano] porque eso es inmoral: uno no habla con eso [sólo los ojos]. Lo que me interesa es el cuerpo que habla”
“La voz es la cosa más importante y simbólica en el hombre. El hombre aprendió a cantar antes de hablar y la voz es un índice erótico. Yo no pongo nunca la voz de uno sobre la imagen de otro. Eso es off. No me interesa. Si uno habla off no se escucha, no vale nada”.
“Hay que creer que el otro, el pobre, no es una víctima. Todo el cine de izquierda ha hecho eso. El pobre como víctima. Como ‘pobre tipo, yo voy a ayudarlo para cambiar el mundo’. Eso es la muerte”.
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