En contra de: No Respires (2016)

Respuesta a la crítica de No Respires

Llevamos casi un año publicando en esta web y tres años publicando números impresos. La semana pasada fue la primera vez que recibimos una respuesta directa, rebatiendo con argumentos lo que planteamos en alguno de nuestros textos. En concreto: recibimos una respuesta por mail a esta crítica de No Respires, publicada hace un par de semanas. La verdad, pensamos que sucedería antes y con otros temas más polémicos. Nos alegró tanto encontrar un amigo-lector encarnizado al otro lado de la pantalla que no pudimos sino publicar su mail y quedar en contacto para otras posibles discrepancias.


La verosimilitud no es importante, es fundamental.

Partamos del libro Cartas a un Joven Novelista, donde Vargas Llosa plantea:

Si a usted, antes de leer La metamorfosis, le hubieran contado que el tema de aquella novela era la transformación de un modesto empleadito en una repulsiva cucaracha, probablemente se habría dicho, bostezando, que se exoneraba de inmediato de leer una idiotez semejante. Sin embargo, como usted ha leído esa historia contada con la magia con que lo hace Kafka, «cree» a pie juntillas la horrible peripecia de Gregorio Samsa: se identifica, sufre con él y siente que lo ahoga la misma angustia desesperada que va aniquilando a ese pobre personaje, hasta que, con su muerte, se restablece aquella normalidad de la vida que su desdichada aventura trastornó. Y usted se cree la historia de Gregorio Samsa porque Kafka fue capaz de encontrar para relatarla una manera —unas palabras, unos silencios, unas revelaciones, unos detalles, una organización de los datos y del transcurrir narrativo— que se impone al lector, aboliendo todas las reservas conceptuales que éste pudiera albergar ante semejante suceso“.

Vargas Llosa explica la importancia que tiene el poder de persuasión (la verosimilitud de la que con tanto ahínco has dispensado de tener a No Respires) en lo que hace a una buena novela.

En tu reseña decís que es inverosímil que el ciego no se despierte cuando el perro ladra en un barrio desierto, cuando rompen el vidrio, pero que sin embargo es “fundamental que así sea para activar la trama y disponer las piezas del juego. No tendría gracia que el ciego se despierte antes”. En otras palabras, a tu entender, es necesario (me corrijo, fundamental) plantear un comienzo inverosímil para que el “artefacto de género terrible” comience. Estoy totalmente en desacuerdo con eso. Es más, me parece que seríamos creativamente muy pobres si estuviésemos de acuerdo con esa frase. ¿Realmente no tendría gracia que el ciego se despierte antes? ¿No hay una u otras formas, verosímiles todas, de introducir la trama generando a la vez suspenso? ¿Tan rígido es el género que te hace escribir tal aforismo? Según tu planteo la película tiene un gran mérito por ser innovadora, provocadora, “algo a lo que Hollywood no nos tiene acostumbrados”. Sin embargo, a la hora de defender lo inverosímil, tus palabras son tan rígidas (“no tendría gracia”, “es fundamental”), que en lugar de buscar lo innovador, aceptás un comienzo mediocre y estándar.

Tú decís que lo importante en No Respires es la emoción. Para mí lo importante en toda película es que sea sólida en su propuesta. De hecho podríamos entablar una discusión acerca de si el espectador pretende que le indiquen qué es lo importante en una película. Pero aceptemos que lo importante es la emoción. Pues bien, debiera preocuparse el director por Pues bien, debiera preocuparse el director menos por predisponer al espectador a ser presa de esa emoción (ladridos innecesarios, vidrios que se rompen, etc), y más a dejar que la misma aflore (comienzo verosímil y coherente que no desvíe la atención del espectador, que lo tenga prendido de la trama). Y ahí es donde entra en juego el poder de persuasión:

“El poder de persuasión de una novela es mayor… cuando todo lo que en ella acontece nos da la sensación de ocurrir en función de mecanismos internos de esa ficción y no por imposición arbitraria de una voluntad exterior.”

Cuando se elije un comienzo inverosímil y mediocre como forma de condicionar mi sensibilidad hacia la emoción, lo que logra es darme la sensación de que lo que ocurre es por pura imposición arbitraria de la voluntad exterior de director, guionista, productores, etc, en busca de una taquilla y un público particulares. Lejos de generar el clima adecuado, de identificarme con los personajes, de ponerme en su piel. No me introduce en la trama. Me aleja de ella.

“Logra entonces seducir a sus lectores y hacerles creer lo que les cuenta, algo que las buenas, las grandes novelas, no parecen contárnoslo, pues, más bien, nos lo hacen vivir, compartir, por la persuasividad de que están dotadas”. Última vez que abuso del Nobel peruano.

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Para analizar esta idea desde otro enfoque pongamos como ejemplo El tigre y el dragón (2000), de Ang Lee. Fuera de la película, el hecho de que un ser humano vuele por los aires y haga piruetas imposibles, es sencillamente increíble y nadie acepta que eso pueda ocurrir. Pero dentro del universo creado por Ang Lee (verdadero narrador de historias) el hecho de que estos guerreros puedan hacerlo sí es creíble y sí es verosímil. Y eso se debe a que la película tiene un gran poder de persuasión y crea un universo con reglas propias que seduce al espectador y lo introduce en la trama. Ocurre igual con el ascenso a los cielos de Remedios la bella en Cien años de soledad, porque la magia de las palabras de García Márquez, su estilo y su ritmo, hacen que todo lo que nos cuenta resulte creíble, verosímil y coherente. Más aún, no nos imaginamos otra forma mejor o más eficaz de contar esa historia. Sentimos que sólo contada de esa manera el hechizo es posible.

En No Respires ocurre justamente al revés: una historia que sí es factible de ocurrir en la vida real, se vuelve inverosímil por ciertas decisiones del guión. Y no utilizo la palabra inconsistencias para referirme al guión porque creo que fue elegido así a propósito. De la misma manera que tú imaginabas las posibles preguntas que se hacían los realizadores a la hora de decidir sobre el clímax de la película, yo imagino las siguientes preguntas:

– ¿Cómo diagramamos la escena en la que entran a la casa?

– Ya sé. Vamos a hacer que ladre el perro para generar nervios en el espectador.

– ¿Pero no es incoherente que el perro ladre y los ladrones supongan que el dueño de casa ni se va a enterar?

– Sí, eso ya lo sé. Pero a mí me interesa concentrarme en las escenas que ocurren dentro de la casa una vez que empieza el juego.

– ¿Y qué se te ocurre para darle otra vuelta de tuerca a la trama y entrar en el tercer acto de la película?

– Qué tal si el ciego tiene raptada y embarazada desde hace meses a la chica que mató a su hija.

– ¿Pero no es incoherente que si la chica está desaparecida desde hace meses entonces él sea uno de los principales sospechosos y por lo tanto lo tendrían que haber investigado y encontrado a la chica?

– No importa. Nadie le va a prestar la menor atención. Recuerden lo que dijo Juan Andrés Belo: vamos a hacer la película de forma tal que el que la vea no tenga tiempo de detenerse y preguntarse por esos posibles baches del guión porque va a estar demasiado preocupado agitando su butaca…

Siento decirlo pero yo estaba sentado en mi butaca lamentando terriblemente esos baches del guión que tanto me distanciaban de la trama, que generaban en mí la sensación de inverosimilitud, aún cuando fui dispuesto a hacer concesiones, como tú exigís para poder apreciar la película.

Y es en este punto que yo discrepo con la forma de plantear la película, y por eso no puedo decir que sea inteligente e innovadora. Te digo más, me parece que producir unos minutos de brillante ejecución técnica y demostrar talento para desarrollar escenas de alta tensión no debe ser a cualquier precio. Ante todo se está contando una historia y se está generando una obra artística. Una obra que depende de todas sus partes. ¿Acaso Ang Lee descuida su película con tal de hacer alarde de impecables coreografías visuales? ¿Acaso Beethoven, con tal de componer un par de compases inmortales rellenaba el resto del pentagrama con basura?

No Respires me parece que tiene muchos puntos técnicos a favor, pero como película no la considero inteligente e innovadora. Algo similar me pasó con Birdman (2014) y con The Revenant (2015), que son ejercicios de proezas técnicas.

Si lo que importa es producir unas cuantas escenas de excelencia técnica, entonces creo que el futuro del cine, de este género o de otros, en lugar de ser inteligente e innovador como tu quisieras, va a limitarse a proponer una premisa (entran tres chicos a robar a una casa donde hay un ciego armado y dispuesto a pelear) y luego zamparle al público esas escenas y terminar la proyección cuanto antes, en esta época donde la capacidad de atención de los espectadores merma día a día.

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Quisiera recordarte que la esencia de crear una película es narrar buenas historias. No historias malas pero con buena factura técnica, como si esto fuera un fin en sí mismo.

Lo que necesitamos son películas verosímiles en su planteamiento, dentro de su propio universo. Queremos ver productos fantásticos como Avatar y La guerra de las Galaxias, así como también el realismo de United 93 (2006) y todo lo que haya en el medio, pero coherentes y verosímiles dentro de su propio planteo.

No Respires es correcta como producto de Hollywood. Fue una producción con fines taquilleros y logró su cometido con creces: costó en el orden de 10 millones de dólares y ya lleva recaudados más de 80. Sabía a qué público apuntaba y ese público parece estar respondiendo bien. Vale destacar aspectos técnicos, de fotografía y diseño sonoro  y muchas situaciones de tensión muy bien logradas. En ese sentido veo un gran potencial respecto al futuro profesional de Federico Álvarez y su equipo. Sin embargo, la película adolece de un guión pobre, que me impidió disfrutar de lo bueno de la propuesta.

Y respecto a lo provocador o no, te comento que para mí, en principio, cuando voy a ver una película, no llevo expectativas de si va a ser provocador o no. Sí llevo expectativa de que sea buena o inteligente. Más que el semen que se ve, lo que me pareció más provocador es el planteamiento del ciego haciendo justicia por mano propia: me quitaste a mi hija; ahora dame otra y te devuelvo tu vida.

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1 comentario

  • juan carlos dice:

    “Tú decís que lo importante en No Respires es la emoción. Para mí lo importante en toda película es que sea sólida en su propuesta.”
    La diferencia entre una película y un puente carretero.

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