La Dirección del Cine y Audiovisual Uruguayo (ICAU) hizo público el 4to informe sobre patrimonio audiovisual nacional. El documento, el último de una serie de consultorías coordinadas por Julieta Keldjian e Isabel Wschebor para ICAU, finalizadas con este informe en el 2013, diagnostica el estado de los materiales fílmicos uruguayos almacenados en las dos instituciones con mayor acervo de estos registros: Cinemateca Uruguaya (un archivo privado) y el Archivo Nacional de la Imagen y la Palabra (ANIP, dependiente del SODRE).
El informe detalla el estado de los depósitos de cada institución, la forma en que se manipulan y trabajan los materiales, y señala la falta de documentación e identificación sobre una parte importante del acervo. Destaca el estado “grave” de los materiales nacionales en nitrato, que son los registros audiovisuales más antiguos de nuestro país, señalando la urgencia de atenderlos. En particular, precisa que el Depósito N de Cinemateca, donde estaban las películas en nitrato tanto de la propia Cinemateca como los del ANIP, presenta “gran permeabilidad respecto a las condiciones climáticas del exterior” y que, al 2013, “no se realizan trabajos de mantenimiento de la limpieza y ventilación del depósito, lo cual ha implicado una alta concentración de vapores ácidos y otros agentes contaminantes en el aire, así como la presencia de insectos vivos en gran cantidad (hormigas, arañas, san antonios y gusanos) y la acumulación de residuos”.
Con respecto a las películas de nitrato de Cinemateca el informe especifica que “se encuentran depositados casi en su totalidad en envases metálicos, muchos de los cuales están en avanzado grado de deterioro y oxidación”, y expresa su preocupación por una parte de esta colección, “unas doscientas películas apiladas en el suelo”, que se encuentra en estado “crítico”: “materiales sin envases, con latas en estado de desintegración o envueltos en papel”.
Por su parte, mientras se realizaba el informe (2013), ANIP trasladó sus materiales desde el archivo de Cinemateca al depósito propio, que está en el terreno de TNU para realizar un registro. Este depósito, como informamos en nuestro Número 5, hasta fines del año pasado no contaba con funcionarios y expone a los materiales a las peores condiciones: grandes oscilaciones de temperatura y humedad, debido a que sólo se encienden los aires acondicionados los días hábiles. El informe precisaba que “aunque se declara conocer el riesgo que implica trasladar y almacenar estas películas sin estar dadas las condiciones de seguridad necesarias, la dirección y el personal de ANIP decidieron transportarlas aduciendo no contar con un espacio adecuado para realizar el trabajo en las instalaciones del archivo de Cinemateca”.
El documento no fue hecho público en el momento de su presentación a ICAU y se declaró pre-eliminar desde la dirección del instituto, a pesar de que fue presentado como final por las profesionales. Consultada al respecto, Adriana González, quien dirigía el instituto en ese entonces, explicó que fue así porque “hubo respuestas de las instituciones” entre las que se argumentó que “sí se respetaban los protocolos”.
Los investigadores responsables del informe son Clara Von Sanden, historiadora que trabajó en el archivo del Centro de Fotografía de la Intendencia de Montevideo y que actualmente integra el Departamento de Estudio Interdisciplinarios de la UdelaR, y Julio Cabrios, integrante del Archivo General de la Universidad y Master en Archivología y Preservación Audiovisual por la Universidad de Nueva York.