Ver The Room (2004, Tommy Wiseau) en el cine es una experiencia colectiva, donde la audiencia no solo mira la película de forma pasiva, sino que participa activamente con ciertas dinámicas en momentos icónicos. Este viernes 8 de noviembre, el Cine Universitario va a proyectar la película de Tommy Wiseau que, a pesar de ser considerada una de las peores películas de la historia, consiguió convertirse en una película de culto gracias a sus diálogos absurdos, actuaciones exageradas y giros narrativos incomprensibles. A las 22 horas, el público tendrá la oportunidad de vivir la experiencia de ver en conjunto la mejor peor película de la historia.
A continuación, una guía de las dinámicas más conocidas y repetidas que se dan durante las proyecciones del filme:
- Por algún motivo, en la casa del protagonista hay una foto de una cuchara enmarcada. Cada vez que aparece este cuadro en pantalla, el público tira cucharas de plástico hacia la pantalla al grito de “¡CUCHARA!”.
- Las escenas más exageradas, como los gritos del protagonista o las discusiones sin sentido, suelen generar ovaciones o reacciones desmedidas del público.
- Cuando se muestran tomas de la ciudad de San Francisco, el público reacciona aplaudiendo.
- En cada corte o transición sin sentido, los espectadores también empiezan a aplaudir y vitorear de forma exagerada.
- Cada vez que la imagen se desenfoca, el público grita “FOCUS”, y cuando vuelve a estar enfocada, grita “UNFOCUS”.
- Durante la escena en la que los personajes se pasan la pelota de fútbol americano, los espectadores llevan sus propias pelotas y las lanzan por la sala, simulando el comportamiento de los personajes que juegan al deporte sin ninguna razón aparente, mientras están vestidos de traje.
- Cerca del final, la última (y eterna) escena de sexo (llamada “el séptimo inning”) se usa como pausa para fumar o ir al baño, ya que probablemente cuando vuelvas a la sala, la escena no va a haber terminado aún.
- Por último, hay frases que se repiten en coro por el público. La más conocida siendo la mítica “Oh, hi Mark!” que se grita cada vez que Johnny saluda a Mark.
Este viernes 8 de noviembre se propone una trasnoche diferente. Lejos de ser una proyección común, la película es en un evento donde el público es parte activa de la experiencia. El bono colaboración cuesta $220 (2x$350); ¡no se olviden de sus cucharas!
