Dirigida por Alejandro Rocchi y Marco Bentancor (Cartitas), Volver a la luz es un documental uruguayo que nos introduce en la vida de Noelia, una mujer que enfrenta el desafío de ser madre tras quedar ciega. Ya habiendo pasado por festivales nacionales e internacionales, la película se estrena hoy (11 de Julio) en salas.
Desde el primer momento, la película nos sumerge en la experiencia de Noelia y explora el cómo la ceguera afecta las formas de relacionarse de Noelia, tanto con su hija (Iara), como con su madre (Norma) e incluso con Seba, un hombre ciego de nacimiento, quien lentamente se convierte en una figura central en la vida de Noelia.
La película introduce a Seba de forma paulatina, en un inicio como forma de contrastar sus experiencias de vida con las de Noelia y luego se nos relata el cómo se vuelve una persona tan importante en la vida de la protagonista. Seba aporta una perspectiva diferente y, de alguna forma, más optimista sobre la ceguera.
Un tema central del filme es la relación entre Noelia e Iara, donde se desarrollan las complejidades del vínculo tanto del lado de quien cría como de quien es criado. De un lado, Noelia, en su intento de proteger a Iara de las realidades difíciles, crea una barrera emocional que complica su relación, y del otro, Iara se siente desatendida, creyendo que la enfermedad de su madre eclipsa sus propias necesidades.
El documental siempre evita mostrar un falso optimismo y nunca cae en la trampa de ser excesivamente sentimental. La historia de Noelia sabe ser inherentemente conmovedora, y la película nunca intenta exagerar esto. Al mismo tiempo que se habla de forma sincera de los problemas y contratiempos que conllevó la ceguera, se presenta este optimismo traído por Seba, que también es constantemente bajado a tierra.
Se apunta a crear una experiencia única. Es una película que podría funcionar solamente con su audio, pero que utiliza su apartado visual para jugar con la luz y la oscuridad: con lo que se ve y lo que no. Sus visuales experimentales acompañan a las entrevistas y sumergen a la audiencia en un trance sensorial, amplificando la inmersión en la historia de Noelia y creando un ambiente más íntimo.
Durando menos de 80 minutos, Volver a la luz logra encapsular una historia que, a través de su narrativa sincera y su innovador uso de lo visual, deja una impresión duradera. Es una película que invita a la audiencia a reflexionar sobre sus propias percepciones y conexiones humanas.
